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Enfermedades de la conjuntiva: causas, sintomas y tratamiento Clínica Universidad de Navarra

Las infecciones —ya sean víricas o bacterianas— están detrás de muchos casos, pero también pueden influir las alergias, la exposición a sustancias irritantes o incluso el uso inadecuado de lentes de contacto. Saber reconocer cada tipo permite actuar con mayor rapidez y eficacia, evitando complicaciones innecesarias o el contagio a otras personas. La conjuntivitis es una inflamación de la membrana que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Aunque suele ser leve, es una molestia frecuente que puede alterar la rutina diaria. Enrojecimiento, escozor, lagrimeo y sensación de arenilla son algunos de los síntomas más habituales, y no siempre es fácil identificar su causa a simple vista. La conjuntivitis vírica suele durar una semana, la bacteriana mejora en pocos días con tratamiento, y la alérgica persiste mientras haya exposición al alérgeno, pero puede aliviarse con gotas para conjuntivitis alérgica.

En los casos en que la conjuntivitis es bacteriana, la secreción suele ser más espesa y purulenta y suele durar entre 2-3 días salvo complicaciones aunque, por lo general, son necesarios antibióticos tópicos para eliminar la bacteria. A la hora de realizar el diagnóstico, es necesario acudir al oftalmólogo para que haga una exploración a fondo de la zona ocular y para que determine el tipo de conjuntivitis aguda que se ha desarrollado. En casi todos los casos, la infección se propaga debido al contacto con las manos o en otro tipo de situaciones, por ejemplo cuando las madres dan a luz a sus bebés.

¿Es necesario consultar a un médico si creo que tengo conjuntivitis?

La conjuntivitis es una condición ocular muy frecuente, pero no por eso debe tomarse a la ligera. Identificar el tipo correcto de conjuntivitis es fundamental para recibir un tratamiento seguro y efectivo, evitar contagios y proteger tu salud visual. Aunque el término conjuntivitis hace referencia, en general, a la inflamación de la conjuntiva, es importante entender que no todas las conjuntivitis son iguales.

Importancia de un diagnóstico adecuado

En casos de conjuntivitis alérgica se puede recomendar el uso de colirios humectantes, antialérgicos o con corticoides, por ejemplo. La conjuntivitis gonocócica es una conjuntivitis infecciosa causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, que causa gonorrea, un tipo de infección de transmisión sexual. La conjuntivitis fúngica es un tipo más raro de conjuntivitis infecciosa, causada por el uso de lentes de contacto mal desinfectadas o por el contacto accidental con madera contaminada. El tratamiento de la conjuntivitis lo realiza un oftalmólogo y varía según su causa, pudiendo estar indicada la aplicación de compresas frías, lágrimas o pomadas artificiales y colirios con antibióticos o corticoides.

Es por eso que, poco después del parto, se aplica un ungüento antibiótico en los ojos de todos los recién nacidos. Si los síntomas persisten luego de enjuagar el ojo o si la sustancia química es cáustica, como la lejía, consulta al profesional de atención médica o a un especialista de la visión lo antes posible. La salpicadura de una sustancia química en el ojo puede causar daño ocular permanente. La persistencia de los síntomas también puede indicar que todavía tienes el cuerpo extraño en el ojo.

Conjuntivitis neonatal

El tratamiento de las conjuntivitis bacterianas es la administración de colirio, pomada o gel antibiótico. Además, las Oftalmolima Centro de Microcirugía Ocular lagañas se pegan muy fácilmente a las manos, lo que acaba aumentando el riesgo de transmisión de la conjuntivitis, ya que las manos tocan varios objetos y personas durante el día. Por esto, para limpiar las lagañas se debe utilizar un paño limpio, una gasa, algodón o una servilleta.

Los medicamentos para la conjuntivitis alérgica suelen incluir gotas oftálmicas que reducen la respuesta alérgica y alivian la picazón y enrojecimiento. Es recomendable evitar la exposición a alérgenos siempre que sea posible, y en algunos casos, el médico puede sugerir un tratamiento a largo plazo si la conjuntivitis es recurrente. En algunos casos, se pueden recetar antibióticos tópicos para la conjuntivitis bacteriana. Para la conjuntivitis alérgica, los antihistamínicos tópicos pueden ayudar a calmar el picor. La conjuntivitis infecciosa suele curar sin tratamiento en 2-3 semanas, sin embargo, algunos casos pueden durar más tiempo dependiendo de la causa.

  • La conjuntivitis alérgica usualmente ocurre en ambos ojos como una respuesta inflamatoria ante alérgenos del ambiente como esporas de hongos o pólenes de árboles, hierbas o arbustos, polvo y caspa de animales.
  • Se precisa una buena higiene, en especial el uso de desinfectantes de manos o un lavado minucioso de manos con agua y jabón, para reducir al mínimo la propagación de la infección.
  • “Las sustancias químicas, como el cloro en las piscinas o productos de limpieza, pueden irritar los ojos”, informa.
  • La conjuntivitis alérgica es un tipo de conjuntivitis no infecciosa causada por alergias al polvo y a los ácaros del polvo, por ejemplo, y es más común durante la primavera o cuando el clima es más seco.
  • En el caso de la conjuntivitis, los objetos con mayor riesgo de contagio son lentes, maquillaje, pinceles de maquillaje y toallas para secarse el rostro, por ejemplo.
  • En definitiva, sí, la conjuntivitis puede ser contagiosa, pero no siempre lo es.
  • En las conjuntivitis alérgicas, es frecuente que estos síntomas se asocien al resto de patologías que el paciente está sufriendo, como la rinitis o la dermatitis.

No es contagiosa, pero sí muy molesta, y suele afectar a personas con antecedentes de alergias. Identificar correctamente la causa es esencial para elegir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones. Por eso, ante cualquier molestia ocular, es recomendable acudir al oftalmólogo.

Como es una infección viral, no se requieren antibióticos, ya que el cuerpo la resuelve por sí solo en aproximadamente una o dos semanas. Durante este periodo, es importante evitar el contacto con otras personas para no propagar el virus. La conjuntivitis es una afección ocular común que puede tener diversas causas, desde infecciones virales o bacterianas hasta alergias.

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La conjuntivitis vírica es muy contagiosa y se produce cuando un virus, que puede estar asociado a infecciones de las vías respiratorias superiores, resfriado común o dolor de garganta infecta el ojo. Es recomendable que, ante cualquier síntoma de conjuntivitis, se consulte a un profesional de la salud. Mantener una buena higiene ocular y evitar el contacto con personas infectadas son medidas preventivas que pueden ser muy efectivas. La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva por diferentes causas, las cuales deben ser determinadas por el médico oftalmólogo para poder brindar un tratamiento adecuado según cada caso. Existen gotas lubricantes y lágrimas artificiales que se pueden adquirir sin receta y que alivian la irritación.

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